Spoiler a discreción pero igual no es una serie que
recomiendo así que ese detalle no importa.
Lo
rescatable
“Saga of Tanya the Evil”
o “Yōjo Senki” (nombre original), es una adaptación de una novela ligera,
que trata de unir la fantasía y referencias históricas concernientes a las
guerras mundiales.
Para empezar la historia
se centra en “El Imperio”, un país que es el foco de la acción y que tiene
sospechosos parecidos al país que vio nacer el Nacional Socialismo.
En la serie El Imperio, se ve invadido por fuerzas
exteriores, quienes lo atacan en coalición, porque según la serie, su progreso
genera la envidia a sus vecinos. (Ya sé que es ficción sin ningún punto de
vista histórico real, pero como que un poco escabrosa la apología)
Y ese aspecto bélico es lo mejor de la serie, tratando
sobre política en un estado de emergencia. Además la animación me parece
competente, sobre todo en las escenas de las batallas áreas y claro además de
poseer, una más que decente banda sonora.
Pero lamentablemente la serie falla en un elemento
esencial: el protagonista.
Las batallas áreas son buenas la verdad. |
Las "Lolis" no son buenas antihéroes, parece lógico ¿no?
Cuando se pone como protagonista a una niña, cuyo
ademanes y risas psicóticas rayan en lo ridículo, cuya actriz de voz lucha por no
salirse de personaje, mientras trata de exagerar al impostar la voz todo lo
sobre actuado que le fuera posible y cuyo resultado causa más risas
involuntarias que un supuesto, factor amenazante; pues desde allí, desde el
mismo diseño de personaje, que las cosas no van bien. Y empeoran cuando las
situaciones cómicas de la serie, quieren explotar el cambio de sexo del
protagonista, resultando en algo que yo llamo “comedia estilo Kyoani” (situaciones
estúpidas pero sin nada de gracia, sólo estúpidas)
Es divertido porque el es tipo de mediana edad, convertido en una niña, que a su vez esta usando un vestido. Comedia de la buena. |
Entrando en contexto, el segundo capítulo nos muestran al
protagonista, un tipo (hombre) inexpresivo y calculador, un ególatra que nos
suelta un discurso de supuesta superioridad, en la que nos argumenta que las
relaciones interpersonales son innecesarias, porque las personas suelen moverse por sus sentimientos, pero como él es un ser íntegramente intelectual, no necesita de nadie. Es por eso que el guion le dé la razón y un día, uno de
los empleados a quien había despedido, le termina arrojando a las vías del
tren. Lo que termina ocasionando la aparición de una entidad superior llamado “entidad X”,
quien detiene el tiempo y decide darle una nueva oportunidad a nuestro súper-autosuficiente
protagonista, que claro muy ceñido a su pretenciosa personalidad, recibe una
oportunidad que nunca pidió.
Pero bueno, la redención no parece ser un
tema que interese y mucho menos se manejen bien en el anime; así que: ¡qué más
da!
Ahora bien, el meollo del asunto sería: ¿Porque a un
pedante protagonista masculino adulto, lo conviertes en una loli psicótica?
Bueno si existiera un motivo que no fuera el extraño fetiche que parece poseer
el autor de la novela ligera.
El motivo que le encuentro, podría ser reírse de la
figura del anti-héroe. Y eso estaría bien, si esta serie fuera una parodia, si
el tono fuera enfocado en la comedia. Pero no, “Yōjo Senki”, se toma en serio
así misma. Es cruda en algunos momentos, incluso atinando algunas veces, por
ejemplo; cuando habla de la guerra o sus consecuencias en las personas. Pero de
nuevo, la presencia de su protagonista y su trasfondo en la historia son lo que
descuadran, con un personaje que más parece una caricatura de algo, con
ademanes tan risibles que no te lo puedes tomar en serio.
El
hombre contra dios… spoiler, dios gana pero nadie se da por enterado
El tema de la serie parece ser “el hombre contra dios”,
en como entidad divina quiere doblegar al humano, dándole una lección para que
aprenda la importancia de las relaciones con los demás. Pero lejos de dejarlo cuadripléjico,
por ejemplo, para que sienta lo que significa ser dependiente de otras personas
y reciba su lección. Decide enviarle a un mundo paralelo al nuestro; donde la
magia existe, dejándole con su conciencia y recuerdos de su primera vida, pero reencarnado
en cuerpo de género distinto. ¿Porque?, porque… ¡qué más da!
En esa nueva vida, el protagonista de género indefinido,
nace con una condición mágica excepcional, por lo que a corta edad ya es
reclutada(o) en el ejército y así evita las penurias de la pobreza. Aunque es
un poco estúpido que esa "entidad
X" no pueda quitarle o limitar su magia para que las cosas le fueran
difíciles.
Pero ese antagonismo entre el protagonista y la entidad
superior, resulta una farsa en general; lo esencial sería que el protagonista
lucha como ser humano y aquella entidad le ponga las cosas difíciles para
doblegarlo, pero que le termine ofreciendo ayuda es contradictorio, porque la
premisa debería ser: hombre contra “dios”, no hombre contra “dios” pero este
último le ofrece ayuda, en forma de rezos, una especie de invocación que la
entidad X le da al protagonista para que este último pueda mejorar sus poderes
mágicos.
Y a todo esto el protagonista, en el capitulo final, en uno de los
más estúpidos discursos que he sido testigo en el anime, aun cree que
puede ganarle a la entidad X, y es extraño que aún se pretende plantear aquel
antagonismo, si en más de una ocasión nos damos cuenta que si no fueran por
aquellos rezos el protagonista hubiera muerto
en más de una ocasión.
Conclusiones
Por fin el anime lo ha logrado, por primera vez en mi
historia con este medio, he terminado por odiar a un anti-héroe. Qué tan
difícil puede ser eso, siendo yo tan permisivo
con esos personajes. Pues la respuesta la tiene una de esas “peculiaridades”,
que más me chirrían cuando veo anime: el tono ambiguo, o la incompetencia al
manejar el tono de la historia, ese deseo de hacer cosas raras, en situaciones
que se suponen serias, de trivializar un escenario oscuro pero no con
intenciones claras, al menos no con la intención de hacer comedia negra por
ejemplo; lo que termina convirtiendo a cualquier historia, en una amasijo raro
que no se define bien.
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